miércoles, enero 14, 2009

CREO QUE HAY QUE VOLVER

domingo, mayo 27, 2007


lunes, abril 09, 2007

ESTADOS UNIDOS: Nuevo orden mundial sobre vieja filosofía,por Jim Lobe

"Según Strauss, se debe luchar todo el tiempo. Es muy espartano. La paz lleva a la decadencia. Los straussianos creen en la guerra perpetua, no en la paz perpetua".
WASHINGTON, may (IPS) El ala más conservadora del gobierno de George W. Bush recoge el legado del filósofo alemán Leo Strauss, fallecido en Estados Unidos en 1973. Sin embargo, este experto en Platón y Aristóteles rara vez se dedicó a analizar el acontecer político contemporáneo.
Dirigentes del sector del gobierno denominado "neoconservador", que defienden una política diplomática y militar agresiva, se consideran seguidores de Strauss, informaron el 4 de este mes el diario The New York Times y el 5 la revista The New Yorker.
El periodista Seymour Hersh recordó en su artículo para The New Yorker que, según Strauss, "las aisladas democracias liberales viven en constante peligro por los elementos hostiles del extranjero".
Strauss, que nació en 1899 y llegó a Estados Unidos huyendo del holocausto nazi en 1938, creía "que las obras de los antiguos filósofos contenían, deliberadamente, conceptos esotéricos sellados cuya verdad puede ser comprendida solo por unos pocos y que serían malinterpretados por las masas", agregó Hersh.
El más prominente de los seguidores de Strauss en el gobierno es el subsecretario (viceministro) de Defensa, Paul Wolfowitz, apodado "Wolfowitz de Arabia" dada su obsesión por derrocar al régimen de Saddam Hussein en Iraq como primer paso para la transformación de Medio Oriente.
Este funcionario también es considerado el principal diseñador de la estrategia de "guerra preventiva" fijada por Estados Unidos luego de los atentados que dejaron 3.000 muertos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, atribuidos por el gobierno a radicales islámicos.
También son straussianos el director de la revista The Weekly Standard, William Kristol, y Gary Schmitt, fundador y presidente del Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC), grupo conservador entre cuyos miembros figuran el vicepresidente Dick Cheney y el secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld.
Muchas recomendaciones del PNAC al presidente Bush, contenidas en cartas abiertas publicadas al comenzar el periodo de gobierno en enero de 2001, se convirtieron luego en políticas oficiales, implementadas al pie de la letra por Washington.
Los neoconservadores, afiliados al gobernante Partido Republicano, tienen su núcleo básico en dirigentes que se separaron del hoy opositor Partido Demócrata cuando en ese sector predominó el rechazo a la guerra de Vietnam.
"Strauss no era liberal ni demócrata. Según su punto de vista, los ciudadanos necesitan ser liderados, así como gobiernos fuertes para que les digan qué es bueno para ellos", dijo la experta Shadia Drury, de la canadiense Universidad de Calgary.
"La República de Weimar en Alemania fue su modelo de democracia liberal, a la que rechazaba", afirmó Drury, autora del libro "Leo Strauss y la derecha estadounidense", entrevistada por telefóno. El régimen democrático inaugurado con la constitución liberal alemana aprobada en la ciudad de Weimar en 1919 fue, según Strauss, lo que condujo al holocausto nazi contra los judíos.
Al igual que Platón, Strauss enseñaba que dentro de las sociedades "algunos están destinados a liderar y otros a ser conducidos", explicó Drury.
Pero, al contrario del filósofo griego, el alemán consideraba que "quienes deben gobiernar son los que se dan cuenta de que no hay moralidad y que hay sólo un derecho natural: el derecho del superior a dominar al inferior", sostuvo la experta.
Para Platón, los líderes --a quienes denominaba "reyes filósofos"-- debían ser personas con altos principios morales que debían resistirse a las tentaciones del poder.
La ley moral también es indispensable desde la concepción straussiana, pero porque "es necesaria para mantener el orden interno". Esas leyes pueden ser propagadas a través de la religión.
Strauss tenía sobre la religión una opinión similar a la de Karl Marx, que la calificó de "opio de los pueblos": él la llamaba "fraude santo". Pero la religión es sólo para las masas. Sería absurdo que los gobernantes la necesitaran, pues saben que no hay nada real detrás de ella.
Para Strauss, "la religión es el pegamento que une a las sociedades", según Drury. Irving Kristol, padre de William Kristol y a quien se considera padrino de los neoconservadores, consideró que la separación entre Iglesia y Estado fue el peor error de los fundadores de Estados Unidos.
Desde una óptica neoconservadora, "la sociedad secular es lo peor, pues conduce al individualismo, al liberalismo y al relativismo, que alientan el disenso y debilitan la capacidad de lidiar con amenazas externas" y la posibilidad de "manipular" a las "masas", indicó Drury.
Las ideas del filósofo británico Thomas Hobbes (1588-1679) son una fuerte influencia en Strauss. Al igual que Hobbes, el filósofo germano-estadounidense creía que la agresividad natural del ser humano podría restringirse sólo mediante el poder estatal basado sobre el nacionalismo.
"Este gobierno podría establecerse sólo cuando las personas están unidas, y deberán unirse contra otras personas. Strauss creía que el orden político sólo podría ser estable si está unido por una amenaza externa", según Drury.
La experta consideró en su libro que, si Strauss hubiera vivido para presenciar el colapso de la Unión Soviética en 1991, "se habría preocupado profundamente, pues la caída de ese perverso imperio amenazaba la estabilidad interna de Estados Unidos".
"Según Strauss, se debe luchar todo el tiempo. Es muy espartano. La paz lleva a la decadencia. Los straussianos creen en la guerra perpetua, no en la paz perpetua", agregó.
Otros straussianos cercanos al gobierno de Bush son el ex presidente de los asesores políticos del Departamento (ministerio) de Defensa, Richard Perle, su colaborador Abram Shulsky, y el responsable de Inteligencia del Pentágono Stephen Cambone.

viernes, enero 05, 2007

Arrogante

Cierra los ojos, arrúllame sobre mi ombligo
y vuela
desata la ira de los cielos
con tu furia estremece mis sentidos
paséate orgullosa
a lomos de tus sueños
triste vanidad acomplejada
dibuja con sonrisas un mundo
de estelas de plata

jueves, noviembre 02, 2006

El water


Enciendo la luz, me pongo las pantuflas y camino hacia el baño soñoliento, apenas son las seis de la mañana y hace mucho frío. Me sigo cagando en mi vida cada mañana, si no fuera casi literal me haría hasta gracia. Me pregunto cuánto puede una persona renunciar a sí misma. Algún día creo que seré capaz de enfrentarme a mí mismo. No creo que hoy sea ese día. Hoy es hoy y eso es algo que tiene que pasar mañana, nunca hoy. El presente… maldita mierda. Pero bueno, las ambiciones se concentran en el futuro y las frustraciones en el pasado, el presente es solo mierda pasajera de que deja de ser ambición para convertirse en frustración. El futuro desaparece al tirar de la cadena y pasa a formar parte de las alcantarillas de nuestra existencia. Es así. No puedo hacer nada.

En qué momento entendí que nunca cambiaría de vida. No lo recuerdo, probablemente estando como ahora con el rabo entre las piernas cagando una mañana, jodido de frío por otra parte.

lunes, julio 03, 2006

reiros de mi cosechadores de amargura
seré lo que vosotros queráis,
elegiré el camino que guie la mariposa
cuando las frutas caigan
frente al acantilado mi mirada
en ese pájaro

miércoles, junio 14, 2006

los límites

yo vivo donde donde el valle empieza a ser montaña,
donde en la tarde empieza la madrugada,
en los otoños del verano, donde el desierto ya es bosque,
en el segundo que acaba,
en lo mas pequeño de todo que acaba donde empieza lo mas grande,
en el color de las hojas cuando amanece,
en todo lo que no importa aún,
en perder el sentido para buscarlo,
en no querer hacer nada más,
en esconderme de los que me persiguen en los sueños,
en la risa del que se refleja y se puede ver desde fuera,
en el miles y miles que nunca acaban y sin embargo sirven para poner un pricipio y un final,
me callo