lunes, enero 30, 2006

Vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera: sin la idea del suicidio, hace tiempo que me hubiera matado.

Emile Cioran

domingo, enero 29, 2006

Corazón coraza (2 poemas de Benedetti)

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Hagamos un trato

Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo.
(de una canción de Carlos Puebla)



Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

sábado, enero 28, 2006

Carpe diem?

(31/03/2005)

“El que nunca vive el momento no vive nunca. ¿Qué haces tú?”.

Buena pregunta. Me la ha hecho un libro, directamente descerrajada a bocajarro. Se impone la reflexión ante una respuesta rápida, o tal vez es al revés. ¿Qué significa vivir el momento? En este preciso instante, ¿no estoy viviendo este preciso momento? O se refiere más bien a dejar que tus actos se guíen por las pasiones, vivir con el corazón y no con la cabeza. Vivir con la cabeza y no con el corazón. Vivir.

“sólo encuentro en mis ojos el reflejo de tus ojos, allá donde estés” LeMans.

Podría dejarme llevar y hacer lo que más deseo en este momento, pero me estaría equivocando y sin embargo no podría negar nunca que habría actuado según mi corazón, pero ni yo mismo ni la gente a mi alrededor sería capaz de justificarlo pasados unos meses. Quizás las historias que leemos en los cuentos tan solo existan para entretenernos, sin un valor pedagógico, no contienen un manual de instrucciones para vivir, ni la fórmula mágica de la felicidad, tampoco la del amor, así que tampoco debería conceder demasiado valor a las historias que leo y que, en ocasiones, me arrebatan el corazón. Los libros se terminan, se cierran, y ahí estás tú, en medio de una estación de metro, mirando a la gente de verdad que mira el reloj, a la gente que te pasa de largo, a aquellas personas que no se percatan de tu existencia y aquellas otras que te escrutan con curiosidad. En medio del mundo, una mota de polvo insignificante en la creación, un grano de arena en el Sahara, pero un grano que EXISTE.

viernes, enero 27, 2006

LUCES NOCTURNAS

Marina vivía en el edificio de enfrente, tenía una larga melena rubia y una piel que brillaba muy fina y muy clara bajo la luz de su flexo. Todas las noches, cuando el resto de la ciudad dormía Marina encendía su flexo y se sentaba callada en su mesa frente al enorme ventanal. Allí permanecía horas, estudiando sin más descanso que la breve tregua que le daba un café que preparaba con meticulosidad antes de sentarse a estudiar y al que se abandonaba cada hora y media. Yo, durante aquellas primeras semanas apenas prestaba atención a esa joven de aspecto frágil que acababa de mudarse al edificio recién construido al otro lado de la calle, aunque siempre la veía al bajar las persianas antes de irme a dormir. Poco a poco me fui acostumbrando a aquella liturgia diaria y así empecé a darle las buenas noches antes de apagar la luz. Al poco tiempo me acostumbré a permanecer en la penumbra de mi habitación tumbado en mi cama observándola, me acostumbré a dormir con las persianas subidas espiándola en la distancia hasta que el sueño me vencía. La llamé Marina una noche de abril en la que se desató una gran tormenta y ella permaneció inmóvil junto a la ventana durante más de media hora, con la mirada clavada en el horizonte y la cabeza ladeada reclinada sobre el cristal. Ya tenía un nombre, ahora me faltaba establecer contacto con ella. Cuando llegó el mes de mayo empecé a estudiar también yo pues debía preparar mis exámenes de junio, y aprendí a seguir sus ritmos y sus costumbres, aunque me pasaba ratos enteros mirando hacia la ventana, con la mirada elevada hacia el quinto piso, letra aún desconocida, deseando acariciar un pijama de raso verde. Me acompañaba una radio en la que un locutor hablaba muy despacio, racionando unas palabras cargadas de un humo muy denso y muy antiguo que viajaba por las ondas volviendo la atmósfera pesada y dilatando las pupilas. Descubrí grandes canciones en aquellas semanas, que para siempre han quedado ligadas al recuerdo de Marina y a los últimos estertores de la adolescencia. A las dos de la madrugada siempre ponían la misma canción y el locutor con su voz profunda y de otro tiempo se dirigía a todos aquellos que estábamos estudiando para que apagáramos y encendiéramos nuestro flexo tres veces, emitiendo una señal hacia el exterior. Quizás él imaginara la ciudad alfombrada de minúsculas luces centelleando a la vez como un enorme cielo estrellado. Enseguida me entusiasmó la idea y apuntaba mi flexo hacia la ventana, uno, dos, tres… en intervalos de un segundo emitía mi señal; luego volvía a colocarlo en su posición habitual y me asomaba para ver si alguien más compartía ese ritual conmigo detrás de las escasas ventanas en las que aún quedaba alguna luz. Enseguida volvía a mi mesa decepcionado y retomaba el estudio durante un rato más, nunca más de media hora.

Una noche mientras leía una obra de teatro de la posguerra fijé involuntariamente la mirada en la ventana de Marina, y extrañamente ésta no estaba sentada estudiando sino de pie, desnuda, mirándose frente al espejo. La veía duplicada, su espalda ladeada frente al reflejo de su vientre desnudo, su pecho desnudo y sus manos explorándose. Fue un instante fugaz, un parpadeo mágico, que se desvaneció tras la puerta del baño. Me quedé paralizado con el corazón desbocado, me lancé sobre los prismáticos y los fijé sin pestañear con la mirada clavada en aquella puerta, frontera infranqueable de mis sueños. Tardó diez minutos en salir, con el pijama de raso verde ya puesto, se bebió un café y se puso a estudiar. Yo no podía más que espiar atentamente, observar cada uno de sus movimientos, pero ella parecía decidida a estudiar durante otra buena hora y media. ¿No pensaba explicarme qué había pasado ahí dentro?

Tres días después exactamente a las dos y dos minutos de la madrugada apunté como todas las noches mi flexo hacía la ventana, uno, dos tres… en intervalos de un segundo emití mi señal. Ya no me importaba si más gente hacía lo mismo o no y sin embargo en aquel momento, desde la ventana de Marina, uno, dos, tres… ella me respondía. No podía creerlo, ella me respondía a mí. Puede que ella también me observara, puede que ella estudiara igual de poco que yo y se pasara los ratos muertos mirando hacia abajo, exactamente dos pisos más abajo justo enfrente. Me puse de pie me acerqué a la ventana y la abrí, corría un viento demasiado frío para ser de finales de mayo. Me quedé de pié inmóvil mirándola fijamente, sin embargo ella no me imitó y apagó la luz. No volvió a aparecer, quizás desde la oscuridad sorda de su pieza me mirara estremecerme de frío llamándola.

Dos días después me colé en su edificio y supe por su buzón que se llamaba Cristina, cuando el ascensor me vomitó a la quinta planta caminé resuelto hasta su puerta. Tuve que llamar dos veces antes de que Cristina y no Marina me abriera, vestida con unos pantalones de tela blancos y un top azul me preguntó qué quería. Sin embargo yo deseaba a Marina, a mi imagen de Marina, a mis sueños de Marina, y Cristina no era ella. Lo siento me he equivocado de piso, fue todo lo que acerté a decirle.

Durante el mes de junio los exámenes los preparé en la biblioteca pública de Argüelles, donde me sentaba siempre frente a una chica preciosa a la que decidí llamar Laura.

jueves, enero 26, 2006

Sueño

Bailaba sobre una tarima de sueños. En medio de la gente los focos la iluminaban, los dedos la señalaban, le rozaban y ella bailaba como una llama. Se derramaba por los poros de su piel y su esencia resbalaba mezclada con su sudor y se perdía en el vacío. Los brazos en alto dejaban ventilar su alma y alimentar su fuego. Parecía feliz con la mirada felina y la sonrisa de arándano. El calor agitaba su cuerpo y fundía la frustración con el deseo. Las miradas levantaban su falda y le ataban los tobillos y las muñecas a la cama. La respiración se le aceleraba y entrecortaba mezclada con pequeños gemidos. El universo entero se replegó sobre sí mismo en un estertor de luz y de fuego.

miércoles, enero 25, 2006

"EL COMUNISMO REAL HA MUERTO, YA PODEMOS SER COMUNISTAS"




GIANNI VATTIMO
Una entrevista de Núria Navarro, publicada a El Periódico, el 17 de gener de 2004
Turín, Italia, 1936
EurodiputadoInvitado en Barcelona por CaixaForumGianni Vattimo, teórico del pensamiento débil, promotor del célebre "todo vale", autor de obras como Creer que se cree y Más allá de la interpretación, es uno de los intelectuales más potentes de Italia. Desarma con su sencillez y su amabilidad, para luego soltar una bomba: el futuro será socialista o no será.--¿En qué enredo se ha metido?--En repensar, en términos practicables, el comunismo.--¡Baje la voz, profesor!--¡El comunismo real ha muerto, finalmente podemos ser comunistas! Si este mundo tan integrado no organiza una forma de control democrático colectivo, acabará siendo propiedad de los Bush... Paradójicamente, la profecía marxista de que el socialismo sería necesario en el futuro empieza a tomar sentido hoy, en este mundo tan inseguro.--¿Desempolvamos a Marx?--Habría que leerlo bajo otra luz, naturalmente. Pero la idea de una democracia participativa exige una forma de organización estatal. La ley de mercado, amiga mía, sólo nos está conduciendo a una gravísima crisis social en Occidente.--A lo mejor esa crisis la desencadenó su célebre "todo vale".--¡Ah, si fuera culpa mía, significaría que la filosofía tiene una importancia capital! En todo caso, lo que yo quise decir es que todo lo que vale, vale. Y lo que vale es algo que debe construirse a partir de las relaciones con los otros. Por eso dije, y sigo diciendo: no más verdad, más caridad.--Usted empezó siendo maoísta y luego se volvió creyente.--¡Cuando era maoísta era más creyente que ahora! De hecho, el fundador de Brigadas Rojas, Renato Curcio, era muy creyente. En los años 50, practicábamos un catolicismo más ético que místico.--¿Sigue considerando más arriesgado creer que pensar?--Eso lo decía Pascal, que era un creyente arriesgado. Es importante tener en cuenta que creer en Dios no significa que Dios sea más real que este vaso de agua. Quizá es menos real, pero nos habla más profundo. Si pensamos que el lenguaje sólo tiene sentido cuando denota objetos visibles, la mayor parte de nuestra vida no tiene sentido.--¿Dan sentido el amor, el odio, la esperanza?--Exacto. Nuestra vida tiene sentidos que se expresan en palabras que no tienen sentido. Y son las más importantes. Eso es lo que ignora la mentalidad positivista.--Entiendo.--Cuando uno se convierte en fabricante de hornos necesita valores. Debe decidir si hará hornos crematorios o hornos para el pan. Su decisión pasa por el respeto de los otros, por una idea del mundo que implica que yo, sin los otros, no puedo vivir. Ésa es la idea de caridad.--La caridad es posmoderna, dice.--Sí. Cuando los valores llamados objetivos, las ideologías, se han desvirtuado, o redescubrimos la caridad o hacemos la guerra de todos contra todos. No hay posturas intermedias. Hoy ya no hay autoridades absolutas. La única cosa que puede salvarnos es la caridad, una forma de respeto recíproco. Y no por imposición de la razón, sino por la fe.--Por la fe, Bush invadió Irak.--Bush o Berlusconi acaso prediquen el individualismo, ¿no? Frente a eso, el pueblo debe unirse para organizar una vida más amistosa. Una forma de amistad civil, si usted quiere.--Siempre acabaría apareciendo el que dice tener la verdad...--Yo, transformando una frase de Goebbels, suelo decir: "Cuando alguien me habla de verdad, echo la mano al revolver". Si aparece una verdad objetiva, la democracia se pierde. Por eso me interesa Heidegger, que pensaba que el ser acontece, que la verdad se hace en la historia. Esto es más cristiano, menos cientifista, menos fundamentalista.--¿Intuye hacia dónde vamos?--Yo espero que espero. Y lo que espero no es una revuelta sangrante, sino la transformación de los pueblos. Marcuse dijo que el proletariado revolucionario ya no serían los obreros de Occidente, sino los negros africanos, los asiáticos, los latinoamericanos. Ellos conforman el 85% de la población mundial, que consume el 15% de los recursos. Pues nosotros deberíamos ayudarles a organizar una polaridad política distinta de EEUU.--Vuelva a bajar la voz, profesor.--De lo contrario, vamos a la militarización total del mundo rico, lo que implica grandes limitaciones para nuestras libertades civiles. A nadie le gusta vivir en una fortaleza, aunque dentro de ella haya el mayor bienestar. Hay que suscitar una revuelta política no violenta de los ciudadanos del Tercer Mundo y de los ciudadanos de éste que no quieran el control de sus vidas privadas. Créame.

lunes, enero 23, 2006

del rojo amor
al azul amante
a la serena tierra verterá
tentáculos perplejos y fugaces
en la maceta de mamá
yo soy el portador
tu el encaje
alumbra el amor de la tierra
el calor del sol
aconteciendo en desastres sucesivos
nuestra minúscula grandeza
consentida por mi corazón
te invoco cada vez que pienso en dios
y tu dirás que sólo son deseos
en el bosque en el que nos buscábamos
cuando nadie nos miraba
y tu encantador amor sólo es posible
por una extraña situación
deja que sea posible como lo eran
los sueños de....

Noches de agosto

El universo entero cabe en esta habitación, y desde su ventana, si te concentras, se puede escuchar el mar. Llega su bramido ya cansado, débil, apagado. Así me encuentro yo hoy, pensándote, todo el universo cabe en esta habitación, y por supuesto cabe todo París, que no se acaba nunca, y se repite una y otra vez en mi fantasía. Y a veces ya no distingo mi recuerdo de París de mi recuerdo de Ana que suena como una melodía triste y sabe a derrota, pero brilla por la luz de su mirada. Los abrazos, como los besos, si no se dan se pierden, y dejan tras de sí un corazón azul helado porque en el fondo todos tenemos un corazón azul que necesita calor. Se acabó la primavera y quien sabe si volverán las oscuras golondrinas, con los primeros vientos caen las primeras hojas secas, en este tiempo todo se vuelve frágil y quebradizo, como caminar sobre un puente de cristal de bohemia. Desde la ventana también se ve el amor y el desamor, y se desdibuja su contorno de acuarela, debes mantenerte al margen para no ser arrastrado por ese torrente que todo lo puede y todo lo lleva consigo. Y sin embargo las golondrinas todavía no se han ido, y el corazón aún palpita cuando mira el teléfono y piensa una llamada. Mira una foto y se estremece, entonces piensa que es demasiado estúpido. A veces se avergüenza de sí mismo, de las cosas que siente, no puede estremecerse por una foto, por una canción, por un mensaje, por una mirada, por una palabra… por ti. Sí, definitivamente cabe todo el universo en esta habitación, impregnada de mis sueños líquidos derramados por las rendijas de mi corazón. En mi pequeño planeta hay sitio para los dos, súbete a un cohete y explora tu cielo estrellado de azul. Pinta una luna llena gigante y glotona surcando los tejados de una ciudad de gatos solitarios y piensa en las sábanas arremolinadas de una madrugada hecha de segundos sonoros. Quizás detrás no quede nada, pero yo necesito el tacto de tus labios y el vacío infinito en la boca del estómago para mitigar esta tormenta.

“Quiero tener algo tuyo si un día te vas / dibújame una noche llena de cohetes naranjas / yo te daré las estrellas y tú píntalas de plata / píntalo todo de plata si nos vas a dejar” (La noche inventada – Family).

sábado, enero 21, 2006

METAFÍSICA CUÁNTICA

no hay tiempo para el infinito
pero el tiempo esta lleno de tiempos infinitos

lunes, enero 16, 2006

fue un desastre
todo lo que dije
todo lo que hice
todo lo que intento una vez más
y aún así todo puede volver a empezar
hoy a las nueve y cuarenta y cuatro del dia dieciocho de enero del dosmilseis
tal vez haya alguna esperanza

martes, enero 10, 2006

EL MALESTAR DEL PENSAMIENTO

En Octubre de 2001 se estrenó en televisión la producción de la Warner Brothers Smallville . Mediante una estrategia cinematográfica de probada eficacia (la narración retrospectiva que “prolonga” la historia hacia atrás en lugar de hacerlo hacia delante, del mismo modo que George Lucas ofreció el Episodio Uno de la “Guerra de las Galaxias” después de los posteriores, en lugar de hacerlo antes de ellos), Smallville (literalmente: ciudad pequeña) narra la vida de el joven Superman en una localidad de pocos habitantes, en esencia buena gente laboriosa y honrada, pero en la cual prácticamente toda la población está alterada por una lluvia de meteoritos sufrida años atrás. Esto hace que, sin saberlo, cada uno de ellos posea extraños poderes que impulsan a los padres a disparar contra sus hijos, a los candidatos a delegado del Instituto de Secundaria a asesinar a sus rivales electorales o a los jóvenes a matar a los mayores que se encuentran enfermos, entre otros muchos ejemplos que podrían ponerse. Como el espectador ve por los ojos del pequeño número de personas conscientes de esta perturbación latente, comprende a la perfección que se trata de un lugar en el cual los poderes públicos están completamente desarmados contra aquellos “super-poderes” descontrolados y desconocidos y en el cual, como sucedía en el “estado de naturaleza” descrito sucesivamente por Hobbes y por Rousseau, cada uno de los vecinos tiene que sospechar de cada uno de los demás, pues de ellos procede el principal riesgo que le amenaza, ya que todos los habitantes tienen un “lado desconocido” (desconocido incluso para sí mismos) que puede resultar letal para cada uno de los demás. En este contexto, el adolescente Clark Kent (igual que el joven Lex Luthor) no es más que otro de los afectados por la alteración, aunque sus poderes le destinan, como es lógico, a emplear su fuerza exorbitante para deshacer los entuertos sobrevenidos. Dejando aparte el evidente simbolismo de la “lluvia de meteoritos” que altera insensiblemente a la población y la sumerge en una situación de inseguridad, el paso de Metrópolis a Smallville da cuenta del fenómeno del empequeñecimiento del mundo , que el propio personaje de Superman experimenta doblemente: con su paso de la gran pantalla a la pequeña y de la edad adulta a la adolescencia. Contra la tan acreditada impresión de un envejecimiento epocal, manifestada por muchos críticos y cronistas de la modernidad tardía, lo que más bien parece suceder en este nuevo orden es que todos -incluidos los superhéroes- nos hacemos pequeños.

José Luis Pardo

lunes, enero 09, 2006

El decir inspirado frente a la técnica verbal

Aquel, pues, que sin locura de las musas acude a las puertas de la poesía, persuadido de que como por arte, va a hacerse un verdadero poeta, lo será imperfecto, y toda obra que sea capaz de crear, estando en su sano juicio, quedará eclipsada por la de los inspirados y posesos.

Platón, Díalogos.

viernes, enero 06, 2006

Debemos luchar , contra esta tendencia que quiere petrificarnos y con eso, convertirnos en objetos manipulables e intercambiables. Lo conseguiremos sólo si mantenemos o recuperamos el espíritu inquisitivo, esceptico, flexible y juguetón de nuestros años de inmadurez, si le hacemos caso a Gombrowicz, cuando nos dice en Ferdydurke:"Tratad de oponeros a la forma , liberaos de la forma. Dejad de identificaros con lo que os define. Tratad de esquivaros de toda expresión vuestra. Desconfiad de vuestras opiniones. Tened cuidado de las creencias y defendeos de vuestros sentimientos".

jueves, enero 05, 2006

El rebelde no reclama una libertad total, ya que ésta sólo podría obtenersea costa de la libertad de otros. Si el revolucionario, considerado dentro de la perspectiva de la concepción hegeliana de la historia universal, defiende la causa del esclavo contra el amo, el genuino rebelde hace suya la causa del hombre contra "el mundo del amo y del esclavo".

Ludwig Schajowitcz. Los nuevos sofistas.

miércoles, enero 04, 2006

A PARTE REI

La revista A Parte Rei es un espacio abierto en la Red para la reflexión filosófica,
la crítica y el debate.