lunes, febrero 27, 2006
"El 11 de septiembre, una parte del capital mundial atacó a la otra parte"Texto: LOLA GALÁNEl Pais /Babelia/ 27-10-2001.
"El que fuera ideólogo de la extrema izquierda italiana vuelve a estar de actualidad gracias al éxito de su último libro, Imperio, que alude a un ente global que controla el mercado y cuyo poder está en un "no-sitio".
Toni Negri fue condenado por "insurrección armada contra los poderes del Estado". (GERALD BRUNEAU/GRAZIA NERI) .
El profesor Toni Negri (Padua, 1933) vive en un precioso apartamento en el corazón del barrio romano de Trastevere, todavía en arresto domiciliario, como consecuencia de la condena que el politólogo se avino a cumplir en 1997 cuando decidió dejar París para ingresar en la cárcel italiana de Rebibbia. A su regreso a Italia, el otrora incendiario profesor de Ciencias Políticas escribió un libro, Imperio, en colaboración con el profesor Michael Hardt, y publicado el año pasado por la Universidad de Harvard (Estados Unidos), que se ha convertido en un acontecimiento editorial .
Negri advierte de que el "libro es viejo", porque fue escrito entre "la guerra del Golfo y la Balcánica", y porque los atentados del 11 de septiembre han dado un vuelco a la situación internacional. Este terrible suceso, que el profesor explica como "un gran golpe de mano en el que una parte del capital mundial ataca a la otra parte", ha agudizado el proceso de formación de una nueva entidad, el imperio que da título a su libro, un ente global que controla un mercado global y cuyo poder se sitúa en un "no-sitio".
Los atentados contra las Torres Gemelas han puesto en evidencia, según el profesor, el trasfondo de la batalla en la que "los talibanes del petróleo se han enfrentado a los talibanes del dólar". Negri se exalta cuando expone algunas de sus opiniones y critica con gran virulencia verbal a gobiernos y gobernantes de los Estados-naciones en fase de extinción, sobre todo al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, cuya respuesta armada al terrorismo coloca a los ciudadanos ante una crisis sin solución, según Negri, frente a la cual la única respuesta es "la deserción". "Nuestra responsabilidad de ciudadanos está en criticar esta sociedad, en desertar de ella, desertar de la guerra, de la política, desertar de esta sociedad para crear otra nueva".
PREGUNTA: Su libro Imperio es un intento de explicar la situación actual, el estadio actual del capitalismo. RESPUESTA: Sí, el libro explica lo que ha sucedido, y el motivo de su éxito precisamente es ése, el de transformar en razonamientos lo que es un sentimiento común: que el Estado-nación, tal como es, no está en condiciones de gestionar los asuntos, es decir, de mantenerse en el plano de la política militar, en el de la política monetaria y, desgraciadamente, tampoco en el plano de la política cultural. Hay otras potencias, y eso es algo que todo el mundo percibe, colocadas aquí y allá en el mundo, nosotros decimos que están en un no-lugar, que gobiernan este desarrollo. P. ¿Y ése es el imperio? R. Está en formación. No es una cosa acabada, es una dinámica, que se ha ido determinando a partir de los años setenta, en nuestra opinión, cuando hablo en plural es porque incluyo a mi compañero y amigo norteamericano, Michael Hardt, con el que he escrito el libro. Y por tanto, estamos en este proceso de formación. P. Un imperio que no sería otra cosa que una fase avanzada del imperialismo. R. Sí, la superación del imperialismo. El imperialismo es un periodo ligado al Estado-nación, que ha sido superado porque se ha "autodestruido". El Estado-nación europeo se ha hundido por dos problemas fundamentales: uno, el imperialismo interno, las grandes guerras, porque no hay que olvidar que hemos tenido dos guerras mundiales terribles. El Estado-nación se ha demostrado un Estado asesino y la gente lo rechaza. Además es un Estado colonial, con un imperialismo externo de los países de Europa, y los desastres que ha producido el colonialismo están todavía a la vista. No hay más que ver la manera terrible en la que ha desordenado el mundo. La cultura europea ha intentado imponerse de una manera inhumana. Poblaciones y civilizaciones han sido destruidas. Las reacciones a estos dos procesos han determinado una situación en la que el capital mismo se ha dado cuenta de que no era posible seguir dominando. De ahí la necesidad de dar nueva vida al Fondo Monetario Internacional (FMI), a la Banca Mundial, instrumentos que habían sido creados al final de la guerra para regular la reconstrucción y que se han convertido en instrumentos de regulación mundial. Toda una serie de poderes han sido transferidos del Estado a estas instancias supranacionales, que son figuras profundamente irresponsables porque una democracia internacional no existe. P. Su libro no identifica, sin embargo, ese imperio que se está formando con Estados Unidos. Al menos no considera que sea Estados Unidos el único que manda. R. No, pero le gustaría controlar todo el poder. Y está haciendo lo imposible por conseguirlo. Es la cuestión que se plantea ahora. Nuestro libro, lo decimos en el prólogo, ha sido escrito entre la guerra del Golfo y la Balcánica. Por tanto, nos referimos en él a lo que era una configuración inicial, institucional, pública, política, del desarrollo imperial. Es evidente que las contradicciones que existían entre los grupos dirigentes se han ido desarrollando. Y una de las cosas más interesantes que hemos visto es que la superación de estas contradicciones tiende a excluir a Europa del debate del dominio imperial. Ha sido muy duro para los europeos reconocer que su oferta de aplicar el artículo 5 del Tratado del Pacto Atlántico no ha sido considerada, mientras ha tenido más importancia la relación de la élite americana con la élite rusa y con la de los países árabes moderados. El 11 de septiembre cambia el panorama mundial por una sola razón, porque deja a Europa en una posición minoritaria dentro del grupo de élite. Por otra parte, a mí no me parece casual que desde los años setenta, cada vez que Europa intenta dar pasos institucionales importantes, hay una respuesta mundial que le descoloca la situación. Las crisis petrolíferas, por ejemplo, han sido para Europa mortales, y se han desencadenado siempre que Europa intentaba avanzar en ese camino. Lo digo entre paréntesis, no creo que la caída de las Torres Gemelas sea un plan diabólico para impedir que el euro se convierta en una realidad importante. P. Es cierto que Estados Unidos no ha visto nunca con demasiada simpatía la convergencia europea, ni el euro. R. No, no. Recuerdo cuando Kissinger declaró 1973 el año de Europa y fue cuando estalló la peor crisis petrolífera de las habidas, que dio un golpe tremendo a la unidad europea. Hay una guerra sorda, y en esa guerra vemos que la élite europea es incapaz de moverse como una élite política y el capital europeo es totalmente incapaz de organizar el mercado. Europa no se formará jamás así, porque éstos se sienten imperiales. P. ¿No será, de acuerdo con el análisis de su libro, que Europa está en la fase previa al imperio, que es un continente atrasado, viejo?R. No lo sé si es viejo o joven, pero sé que en Europa hay fuerzas jovencísimas. Hay una intelectualidad productiva amplia, la fuerza de trabajo intelectual que hay en Europa no la hay ni en América ni en Japón ni en Rusia. Europa es riquísima en esta materia. P. Me refería al capital europeo. Quizá le falta esa mentalidad global que está dando paso al imperio. R. Puede ser. A mí me parece que hay sobre todo ignorancia, bellaquería... P. O que los Estados nacionales en Europa son todavía muy fuertes. R. No me lo parece. El Estado-nación en Europa es tan débil que no ha sido capaz de poner en pie ni siquiera un ejército. El problema es que en Europa hay una mentalidad de rentiste, cómo se dice... P. Sí, rentistas. R. Hay que decir como Keynes, que todo lo que se puede esperar es que se opte por la eutanasia, para poder dar vida a un espíritu nuevo. El keynesismo no es la intervención del Estado en la economía, porque esta intervención ha existido siempre y siempre existirá, sobre todo en los momentos en que se decía que el Estado era neoliberalista. El problema es saber en qué sentido va esta intervención. Pero estamos en una fase de eutanasia de los rentistas. Esto no se afronta en el libro, porque lo que hace es describir una fase previa. P. Aunque ustedes sostienen que el poder está en un no-sitio, en un artículo suyo en Le Monde se refirió al G-8 como una vaga encarnación del poder de ese imperio. R. Bueno, a estas alturas quizá valdría la pena preguntarse si el G-8 no ha sido el último punto de un recorrido que se está agotando ya. En el G-8, los americanos no estaban a gusto. Por otra parte, yo no soy antiamericano. No lo he sido nunca. Es más, creo que si un día se produce una revolución en el mundo la hará Estados Unidos. Marx pensaba que la revolución se produciría en Alemania. P. Se equivocó. R. Bueno, pero se hizo en Rusia. P. El sitio equivocado. R. No sé hasta qué punto equivocado. Lo cierto es que se ha mantenido durante un siglo, y nos ha permitido a todos vivir mejor. P. Usted acusaba a los Estados nacionales de haber causado enorme daño, pero también la revolución soviética creó un imperio y provocó millones de muertos. R. Sí, pero me irrita la gente que lo analiza todo en términos antisoviéticos. Ha sido una posición que ha provocado una guerra, la guerra fría y ahora hay muchísima gente que tiene nostalgia de esta época, tanto en los países ex soviéticos como fuera de ellos. Pero hay que decir que la falta de civismo, la incultura y la violencia han aumentado enormemente. Pese a todo, la soviética, con sus aspectos orientales, con su tradición zarista, con su totalitarismo, era una gran corriente de civilización. Pese a todo, Stalin logró hacer avanzar a la URSS en términos de productividad, a niveles que los talibanes no han logrado. Y la liberación de la mujer en la URSS no me parece que se pueda comparar a lo que ha ocurrido en Afganistán. Y conste que cuando cayó el muro de Berlín sentí una alegría infinita, porque he luchado toda mi vida contra el socialismo burocrático. P. Entonces, usted no es antisoviético ni antiamericano. R. Yo he estado contra Estados Unidos y contra la URSS, pero no contra los pueblos. Yo me siento neoyorquino hasta el final, porque me siento parte de esa civilización que, además, me parece que es la única que puede producir revoluciones o transformaciones radicales. La sociedad americana es la que tiene capacidad de hacerlo y lo hará. Bush es un fantoche horrible, el fantoche del capital mundial que se ha instalado allí, es una bestia, tras la que asoman las componentes talibanes, esos gestores de fondos de dólares capaces de todo, ésta es verdaderamente la cuestión. El capital es la fea máquina que nos mortifica a todos. La familia Bush es verdaderamente una familia shakesperiana. Allí hay dos almas que se combaten, la del petróleo y la de los dólares. Hasta los israelíes, pobrecillos, están comprendiendo ahora lo que ocurre, porque éstos siguen cometiendo los antiguos errores, se alían ahora con los terroristas contra los terroristas. Antes se aliaban con los terroristas contra los soviéticos. ¡Basta, basta! Ahora los enemigos de Israel forman parte de la coalición antiterrorista, no lo digo para defender a Israel -yo estoy del todo con los palestinos-, sino para aclarar las contradicciones insolubles en las que la dirección capitalista del imperio ha caído, y que nos prometen guerra. P. De hecho y aunque usted dice que el imperio no es Estados Unidos, reconoce que su moneda es el dólar. El idioma parece claro que sería el inglés. Mientras la cultura será, seguramente, la que irradia ese país. Esa actitud de "buenismo", que permite a Estados Unidos bombardear Afganistán con gentileza, evitando al máximo las víctimas civiles, dejando caer al mismo tiempo alimentos. R. Ésta no es una guerra buena, sino una guerra mala combatida por los talibanes del dólar contra los del petróleo. P. ¿A quién se refiere exactamente? R. A ese grupo de poder que intentaba el control general de los precios del petróleo, y a través de éste un control fuerte sobre el desarrollo occidental. Si uno tiene un poco de experiencia y es capaz de analizar las cosas con frialdad, se da cuenta de que estamos ante un conflicto antiguo, un conflicto real en el que se podía producir una tragedia. P. Usted critica al Gobierno de Estados Unidos, pero está con el pueblo americano, ¿no cree que en sociedades democráticas el ciudadano tiene también una responsabilidad considerable en la elección de un gobierno? R. Sería una larga discusión. Yo creo que en la crisis del Estado-nación hay que incluir la crisis de la representación, no hay más que ver el aumento cada vez mayor de la abstención. Además, es evidente que dentro del imperio, las reglas básicas de la representación democrática, un hombre (o una mujer), un voto, no sirven, porque en ese caso lo decidirían todo los chinos. La crisis, como ve, es extraña, porque es una crisis vivida subjetivamente por el ciudadano, y al mismo tiempo una crisis a la que no se le ve la solución. Lo que nos proponen es esta solución mediática, de personas carismáticas que no son muy distintas de las que proponía el fascismo, salvando las diferencias. Por eso yo no creo que se pueda hablar hoy de responsabilidad. Mejor dicho, se debe hablar de responsabilidad, pero la responsabilidad está en criticar, en desertar esta sociedad. Y desertar esta sociedad significa desertar de la guerra, de la política, muchas cosas, pero para construir otra.
martes, febrero 21, 2006
Delicias
Tal vez si aquella mañana de junio no se hubiera filtrado fulgurante y asombrosa por la ventana de su habitación Inés no habría decidido en aquel mismo momento cambiar de vida. Vivía en una buhardilla situada en el séptimo piso de un edificio viejo y destartalado, con desconchones en la fachada y escaleras de madera carcomida que se encontraba en el Paseo de las Delicias. Desde su ventana se levantaba el amanecer como un espectáculo de luz y fuego y las golondrinas imponían su canto al de cualquier despertador pues los rigores del calor obligaban a mantener las persianas subidas y los cristales abiertos durante toda la noche. Inés se despertaba aturdida y ojerosa con los primeros claros maldiciendo lo tarde que se fue a dormir la noche anterior y prometiéndose, inútilmente, que a partir de esa misma noche se iría a la cama temprano para poder dormir aunque fueran seis horas. Inés, la mayoría de las noches, dormía sola.
Aquella mañana se levantó chorreando y con la camiseta de algodón que usaba a modo de pijama empapada, tenía el corazón desbocado y aquel despertador parecía haberla rescatado de un estado de profunda angustia. Al encender la luz comprobó, decepcionada, que el mundo aún no se había derrumbado bajo sus pies y por lo tanto tendría que ducharse, vestirse y prepararse un café en la media hora siguiente si no quería volver a llegar con retraso a su trabajo de contable y en realidad de chica para todo en una empresa de artes gráficas situada en el polígono de San Blas.
Mirándose en el espejo mientras apuraba el último sorbo de su café comprobó que no quedaba nada de aquella chica que hacía ya diez años se licenció en ciencias políticas con la determinación de vivir en completa libertad.
Se calzó unas sandalias de cuero, sencillas pero muy elegantes y se quitó los pendientes, sus ojos de color miel se iluminaron y por un instante se abrió un atisbo de sonrisa que atravesó su cara de izquierda a derecha como una pincelada sutil y precisa de acuarela rosa y que tras pasar por risa desembocó en una carcajada estruendosa e histérica. Se reía de sí misma y de sus contradicciones, se reía del mundo y de su vida y así en pleno arrebato abrió el grifo del lavabo y metió su cabeza bajo el agua helada. Sus músculos se contrajeron y se le puso la piel de gallina, mientras el agua resbalaba enredándose entre los bucles negros de su pelo, con ambas manos se frotaba la base de la nuca, masajeándose despacio.
Al cerrar el grifo se incorporó un tanto aturdida y se miró muy fijo en el espejo viendo como el agua chorreaba por los hombros, y empapaba la camiseta de tirantes que había elegido esa mañana. Al verse pensó que tanta soledad le estaba volviendo loca y cuando quiso darse cuenta estaba en el vestíbulo de la estación de Atocha sin más equipaje que una vieja mochila de cuando era estudiante y sin más destino que el que la fortuna le asignara. Respiró hondo, muy profundo y se dirigió al mostrador de venta de billetes, un empleado joven y atractivo le recibió con su mejor sonrisa, tan diferente de la prepotente carcajada que le dirigió un empleado bigotudo y seboso en la estación de Irún justo un año antes, cuando se quedó perdida y abandonada en aquella ciudad desconocida. Ahora era absurdo pensar en Ibai, había cambiado tanto su vida en ese tiempo, que parecía un fantasma de la adolescencia reaparecido tras la sonrisa del empleado de RENFE.
- Buenos días ¿qué desea?
- Hola, ¿hacia dónde va el próximo TALGO que salga?
- A Cádiz
- Déme un billete por favor.
- Dése prisa que sale en cinco minutos.
- Muchas gracias.
Mientras atravesaba los barrios de la periferia y los polígonos industriales del sur de Madrid el móvil palpitaba, apagado, en el interior de su bolso tanto como su corazón. Recordaba el día en el que conoció a Ibai cuando trabajaba en una empresa de extrusión de aluminio, también allí era algo parecido a una contable e Ibai era el delegado comercial de la zona norte. Recordaba cómo se miraron durante la cena de navidad avergonzados primero y provocándose después en medio de los compañeros, la mayoría perfectos desconocidos, que comían ajenos a sus miradas. Ya en el bar Ibai necesitó dos copas para acercarse a Inés para decirle muy despacio y sin dejar de mirarla
- Aquí ya no me miras
- ¿y tú quién eres?
Preguntó Inés fingiendo no conocerle.
- Soy Ibai Lekumberri, el delegado del área II
- No me suena tu nombre
Mintió Inés.
- Así que tú eres la del teléfono.
Afirmó Ibai convencido dejando en evidencia a Inés, que se sonrojó.
- ¿Conoces Madrid?
- No, sólo he venido dos veces.
- Vámonos de aquí, te voy a enseñar el mejor bar de Madrid. ¿Te gusta bailar?
- No es lo que mejor se me da, vamos.
Salieron durante toda la noche, tomándose una copa en cada bar y terminaron bailando desenfrenadamente en la sala El Sol, cuando salieron de allí el día empezaba a clarear y los dos se refugiaron en el piso de Inés, haciendo el amor hasta que el sueño les venció, envolviendo la habitación de una mezcla de sudor, alcohol y soledad.
La mirada fija más allá de la ventanilla seguía el vuelo de algunos pájaros mientras sus ojos revivían aquella primera noche con Ibai, recordaba su olor y su espalda, la fortaleza de sus hombros y la flexibilidad de sus caderas, sus manos grandotas y torpes, no había podido evitar enamorarse aquella misma mañana aunque Ibai siempre supo jugar bien sus cartas, era un comercial muy hábil precisamente porque sabía manejar como nadie los estados de ánimo de las personas, siempre decía lo que uno necesitaba escuchar en cada momento, pero nunca se enamoró de Inés, durante los cuatro años siguientes le unió a ella el deseo, el cariño, la piedad o la ternura pero nunca el amor, además vivía en Bilbao por lo que entre semana podía llevar sin demasiados agobios la relación.
Se preguntaba dónde estaría Ibai ahora mismo, no le veía desde el día en que le dejó plantada tras una discusión en la playa de Fuenterrabía y, secretamente, sabía que se sentiría orgullosa de ella y de lo que estaba haciendo en aquel momento.
Sus recuerdos volaban casi a la misma velocidad que aquel tren, en su cabeza se agolpaban Ibai, la universidad, su primer trabajo, aquel viaje a Dublín durante un verano, y por su mejilla se deslizó furtiva una lágrima que no pudo contener.
Ya hacía tiempo que había dejado atrás el universo gris y opaco de fábricas y de naves industriales y con el sol ya bien alto la luz de los campos maduros de la Mancha iluminaba sus pupilas. En aquel momento se preguntó qué estaba haciendo, hacia dónde quería huir y por qué había renunciado de aquella manera tan absurda a una vida más o menos acomodada. No tenía una respuesta para ninguna de esas preguntas y sin embargo tenía la certeza de estar actuando de forma valiente y sentía ese cosquilleo en la tripa que provoca el vértigo.
El tren seguía impasible su camino ajeno a todo lo que pasaba en su interior, hacía ya tres horas que había salido e Inés recordó que aún no había desayunado y empezó a sentir un hambre voraz por lo que decidió acercarse al vagón restaurante. Tras superar su enfado inicial por los precios se decidió a pedir un montado de tortilla y un refresco, el camarero, un tipo seco con las mejillas sonrosadas le atendió con su mecánica destreza, como si se tratara de una máquina. Inés seguía pensando en Ibai y en lo hostil que era todo el mundo y se sintió por un instante frágil y desamparada, le estaba resultando muy difícil reconstruir su vida y nadie parecía animado a dedicarle una sonrisa cálida y sincera.
Involuntariamente vio su reflejo en la ventanilla y se descubrió sola, derrotada, vencida y huyendo cobardemente de sí misma y de sus miedos, de su incapacidad para olvidar a Ibai, de las promesas rotas del trabajo, la amistad y la vida.
Cuando el tren se detuvo en Córdoba Inés cogió su mochila, bajó con cuidado los escalones y se dirigió a la ventanilla de información, mientras llegaba llamó al trabajo inventando una diarrea, estaba nerviosa, confusa y muy triste cuando pidió un billete que le llevara de vuelta a Madrid.
Pamplona (Julio-Noviembre 2005)
jueves, febrero 16, 2006
Se pasa por alto sin embargo esto: en la teoría de la relatividad en tanto teoría física se trata del problema de la medición del tiempo, no del tiempo en sí mismo. El concepto de tiempo permanece inalterado a través de la teoría de la relatividad, incluso ésta confirma plenamente lo que hemos puesto de relieve anteriormente como lo característico del concepto científico natural del tiempo, es decir, el carácter homogéneo determinable cuantitativamente. Este carácter matemático del concepto del tiempo físico no puede ser expresado más rigurosamente que por el hecho de que está considerado junto al espacio tridimensional como cuarta dimensión, y en unión con éste es tratado en las geometrías no euclidianas, es decir, las geometrías que consideran más de tres dimensiones.
Martin Heidegger. Zeitschrift für Philosophie Kritik
martes, febrero 14, 2006
Gabriela
Recordaba. Con la mirada perdida, inflamada por el reflejo de un atardecer violento y despiadado, en el vacío de un trigal en medio de una inmensa llanura. Recordaba buscando un camino, una huída para alejar de ella toda la culpa que arrastraba, removía hasta el rincón más escondido de su memoria para encontrar un motivo para odiar, uno solo. Pero no lo encontró. Permaneció inmóvil durante casi una hora, apagando el día y encendiendo la noche. Cuando la tenue luz rojiza de la primera luna llena de agosto la sorprendió por la espalda regresó a la cuneta donde había dejado tirada la bicicleta y pedaleó con todas sus fuerzas. Se llamaba Diana, tenía dieciocho años, un corazón inmenso y un secreto.
Al regresar a casa Diana ya nunca sería la misma, tendida en la cama observando la respiración de su hermana mayor que dormía profundamente tomó la decisión quizás más importante de su vida. Entonces se levantó y abrió la ventana de su habitación, el viento se coló furioso haciendo volar las cortinas y mientras seguía el vuelo de unos murciélagos a la luz de la luna se prometió a sí misma que tendría aquel hijo, y que se llamaría Samuel si era niño. Si era niña aún no lo había pensado. Aquella noche se durmió con una inmensa sonrisa, tal vez recordando la vez en que su padre la enseñó a montar en bicicleta cuando tan solo tenía cinco años.
Al despertar se sentía en paz consigo misma y durante horas paseamos de un lado a otro del pueblo, ella con sus pupilas encendidas y yo con la cabeza llena de ella. Me había llamado a primera hora para quedar a dar una vuelta y hacer unas compras. A las once de la mañana en el frontón fue todo lo que dijo. Después de tomar la segunda fanta dijo que se llamaría Samuel. Nunca supe porqué tuvo desde el principio la certeza de que sería un niño, pero la mantuvo durante los siete meses siguientes y una y otra vez se negó a que ningún médico le dijera si sería niño o niña, ella ya lo sabía de antemano. Se reía de nosotras diciendo que se lo había dicho la luna el mismo día que había decidido tenerlo. Del padre nunca nos dijo nada y eso fue lo que terminó de envenenar mis celos; durante años la había amado en secreto, casi sin darme cuenta, compartiendo con ella cada segundo de nuestra vida, las excursiones al río, los recreos en el colegio, las noches en su casa o en la mía mientras hacíamos planes imposibles. Mientras duró el embarazo la fui perdiendo poco a poco, cada vez íbamos teniendo menos cosas en común y mi comportamiento era día a día más obsesivo. Cuanto más me agarraba al pasado, intentando lograr que las cosas volvieran a ser como antes más la perdía. Diana estaba construyendo una nueva vida por dentro y por fuera y se mostraba más distante y huidiza, a lo que yo respondía al principio con un empeño agobiante de hacer cosas y más tarde con una falta de consideración absoluta por sus necesidades. En nuestro distanciamiento yo empecé a odiar a toda la gente que la rodeaba, empezando por su hermana, que fue la persona que más la acompañó durante esos meses. Me fui encerrando en una burbuja de aislamiento, apenas salía de casa y cuando lo hacía siempre estaba de mal humor e hiriente. A menudo me iba a un pinar cercano al río donde solíamos jugar de pequeñas, dentro del pinar había un claro con unas pocas decenas de viñas y una cabaña de ramas secas en el medio, desde esa cabaña había aprendido a parar el tiempo para poder enamorarme lentamente de su sonrisa y mirar fijamente sus ojos verdes. Me senté en el medio del majuelo, junto a la cabaña, y esperé a que cayera la noche. Durante la espera el silbido del viento helado que agitaba las copas de los pinos me susurraba todas las conversaciones que habíamos mantenido durante todos aquellos años, los secretos que nunca revelé, las caricias que siempre tuve que contener, los besos que se precipitaban en el abismo del vacío hasta que cayó la noche. Era una noche muy fría de principios de febrero, la constelación de Orión se veía magnífica y resplandeciente en el borde del claro, llevaba varios días planeando aquella noche, nada debía fallar, me quité el abrigo de lana y subí las mangas del jersey hasta los codos, un latigazo de frío me estremeció cuando empecé a cortar las venas, desde ese momento apenas recuerdo nada, tan solo la sensación de sueño, las ganas de permanecer inmóvil y la imagen de mi madre cantándome una canción para que me durmiera.
Gabriela nació dos semanas más tarde.
jueves, febrero 09, 2006
Hace casi un año
Yo lo intento, intento quitarme de la cabeza esos días pero no soy capaz, me retumban como si mi cabeza fuera una improvisada caja de resonancia. Cada recuerdo me golpea una y otra vez a todas horas, no logro concentrarme ni logro disfrutar de los momentos que me brinda cada día. Se ha convertido en una obsesión este deseo de escapar, es como una necesidad interior de gritar, vaciar mi alma en un grito estremecedor que sea capaz de catapultarme a otro lugar, otro estado de ánimo. Ya no creo que se trate de un sitio geográfico sino más bien de una especie de lugar espiritual sin dimensión física, porque correr es huir y no puedo huir de mí mismo y todavía no he encontrado esa vida mejor que idealizo sin saber ni tan siquiera qué significa. Huir ya huí, hace tiempo y no logré nada, o tal vez sí. Volver a París implica muchos recuerdos, todos hermosos, pero no debo dejarme engañar, las horas del restaurante, la sensación de ausencia, la soledad… acuérdate de aquella soledad tan asfixiante los viernes cuando no había nadie con quien salir por la noche. Nada que ver con el recuerdo maravilloso que me he llevado de las dos últimas visitas, con María, con Teresa y sobretodo con Ana. Quizás sea mi típica obsesión pero sé de sobra que desde el principio hubo algo, ese algo que me empujó a volver ahora. Y ahora mismo pienso en ella casi a todas horas. Y en que otro mundo debe ser necesariamente posible, porque me resisto a que mi vida se reduzca a esto, no quiero esta vida, no quiero este trabajo fundamentalmente, quiero algo que me llene, que me haga volver a casa satisfecho por una jornada de trabajo bien hecho y no escapando al tren como si me persiguiera el demonio. Encontraré esa vía.
Un año después queda claro que esa vía aún no la he encontrado
lunes, febrero 06, 2006
LA PRESENCIA FEMENINA EN EL ROCK
DESDE SU NACIMIENTO, EL ROCK HA SIDO UN ARTE EMINENTEMENTE MASCULINO. HASTA LA EVOLUCIÓN PUNK, QUE TUVO LUGAR A FINALES DE LOS SETENTA, LAS ESCASAS MUJERES QUE CONSIGUIERON CIERTA RELEVANCIA EN EL GENERO PUEDEN CONSIDERARSE EXCEPCIONES, QUE ABARCARIAN DESDE EL FOLK COMPROMETIDO DE JOAN BAEZ, HASTA LOS FIEROS LAMENTOS DE JANIS JOPLIN.
LAS ALL GIRL BAND DE LOS SESENTA (GRUPOS COMPUESTOS EXCLUSIVAMENTE POR CHICAS), BÁSICAMENTE PRACTICANTES DE SOUL, NO ERAN MAS QUE LA REUNIÓN DE VARIAS ADOLESCENTES CANDOROSAS, MANEJADAS POR PRODUCTORES Y COMPOSITORES QUE LAS UTILIZABAN COMO MEDIO PARA TRANSMITIR, A TRAVÉS DE SUS VOCES, HITS DE ENORME POTENCIAL COMERCIAL. ERAN INOFENSIVAS Y LA MAYORIA DE LAS VECES TRANSMITÍAN UNA IMAGEN MANIFIESTA DE DEBILIDAD. LA IMAGEN DE UNA MUJER BLANDIENDO UNA GUITARRA PARECÍA CUESTIÓN EXCEPCIONAL.
PERO ENTRE MEDIADOS Y FINALES DE LOS SETENTA, LAS COSAS CAMBIARON. UNA DE LAS CONSIGNAS MÁS ACERTADAS DEL MOVIMIENTO PUNK PROCLAMABA LA FILOSOFÍA DEL "HAZLO TU MISMO", HAZ TUS FANZINES, TU MÚSICA ,TU ROPA, SIN DISTINCIÓN DE EDAD, CREENCIAS O SEXO .Y LAS MUJERES SE DIERON CUENTA DE QUE ELLAS TAMBIÉN PODÍAN ESGRIMIR SUS INSTRUMENTOS PARA PROCLAMAR A LOS CUATRO VIENTOS SUS FRUSTRACIONES Y SUS DESEOS.
LOS GRUPOS QUE INCLUÍAN MUJERES EN SU FORMACIÓN O QUE ESTABAN INTEGRAMENTE COMPUESTOS POR ELLAS, COMENZARON A NO SER UNA RARA EXCEPCION, DEMOSTRANDO POR PRIMERA VEZ QUE EL ROCK NO ES SOLO CUESTIÓN DE TESTOSTERONA, ESCUPIENDO UNA ACTITUD DESAFIANTE, JUNTO A LIRISMO Y DESDEPERACION.
UN ELEVADO PORCENTAJE DEL TOTAL DE GRUPOS FORMADOS A PARTIR DE 1975 CUENTA ENTRE SUS FILAS CON ALGÚN MIEMBRO FEMENINO, CUANDO NO SE TRATA DE BANDAS TOTALMENTE INTEGRADAS POR MUJERES.
NUNCA SE REUNIERON BAJO NINGUNA ETIQUETA COMÚN, NI APELARON A SU CONDICIÓN FEMENINA PARA REIVINDICAR SU MÚSICA.
SIMPLEMENTE SURGIERON POR GENERACIÓN ESPONTÁNEAS. LOS GRUPOS CON MUJERES SÓLO DEMOSTRABAN QUE EL HIPOTÉTICO SEXO DÉBIL ACCEDÍA A UNA NUEVA PARCELA SOCIAL Y ARTÍSTICA QUE HASTA ESE MOMENTO HABÍA SIDO PRÁCTICAMENTE VEDADO PARA SUS ASPIRACIONES. ERA UN PROCESO LÓGICO QUE, COMO EN EL CASO DE TANTAS OTRAS CONQUISTAS FEMENINAS LLEGABA EVIDENTEMENTE TARDE. A PARTIR DE ENTONCES, LA MUJER ADQUIERE EN EL UNIVERSO DEL ROCK UN PAPEL EQUIPARABLE AL DEL HOMBRE, PAPEL QUE EN LA ACTUALIDAD VA PARALELAMENTE.
- FOXCORE Y RIOT GIRLS
A FINALES DE LOS OCHENTA ,UN NUEVO GERMEN DE BANDAS FEMENINAS , ACREEDORAS DEL ESPÍRITU Y LA ACTITUD QUE DIERON CARTA DE NACIMIENTO AL PUNK , Y AMPARADAS POR EL FIRMEMENTE IMPLANTADO CIRCUITO INDEPENDIENTE , COMENZARON A SONAR EN LOE MEDIOS Y A GENERAR ECOS .TAMPOCO PRETENDÍAN FORMAR NINGÚN MOVIMIENTO , PERO LOS GURÚS DEL ROCK ALTERNATIVO ( SONIC YOUTH ) SE ENCARGARON DE BAUTIZARLAS. HABIA NACIDO EL FOXCORE.
COMO OCURRE CON TODAS LAS ETIQUETAS , NINGUNO DE LOS GRUPOS ENGLOBADOS BAJO EL APELATIVO RECONOCÍA PERTENECER A UN MOVIMIENTO CON OBJETIVOS COMUNES, PERO TODOS LOS NOMBRES QUE SE RELACIONARON CON EL FOXCORE COINCIDÍAN EN SU DURO TALANTE Y EL LA VISCERALIDAD DE SU SONIDO . LOS MAS REPRESENTATIVOS FUERON, SIN DUDA ALGUNA, LOS QUE SIRVIERON COMO DETONANTE DE UN MOVIMIENTO POSTERIOR, EL DE LAS RIOT GIRLS (COMBINACION DE CHICA Y RUGIDO), QUE SI TUVO UNA MAYOR VERTEBRACION, AUNQUE SU DURACION COMO TAL FUE EFIMERA (1989 1995).
EL FENOMENO RIOT GIRL TIENE SU EPICENTRO EN OLYMPIA (WASHINGTON), DONDE EL SELLO K RECORDS ORGANIZO EN AGOSTO DE 1991 LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE POP UNDERGROUND, UN FESTIVAL EN DIRECTO QUE SE INICIO CON UN DÍA DEDICADO A LAS MUJERES .SOBRE EL ESCENARIO DESFILARON DIVERSAS AGRUPACIONES, DEMOSTRANDO QUE LAS BANDAS FEMENINAS NO ERAN UN HECHO AISLADO NI QUE MUCHO MENOS ACABABAN DE SURGIR DE LA NADA. LAS PUBLICACIONES UNDERGROUND, LAS PEQUEÑAS REUNIONES EN BUSCA DE FINES COMUNES Y EL CONSIGUIENTE PASO A LA ACCIÓN (CONSIGNAS, PROCLAMAS) SE DESARROLLABAN CASI AL MISMO TIEMPO EN QUE SE AGRUPABAN LAS BANDAS.
EL SUSTENTO IDEOLOGICO LO HALLARON EN OTRA BANDA DE WASHINGTON: THE NATION OF ULISES, QUE PREFERIAN CONSIDERARSE UN PARTIDO POLITICO-TERRORISTA ANTES QUE UNA BANDA DE ROCK, DEBIDO A SUS FRANCOTIRADORAS Y ACIDAS DECLARACIONES Y A SU ACTITUD NIHILISTA.
EL MOVIMIENTO CRECIÓ, LAS PUBLICACIONES ALTERNATIVAS SE MULTIPLICARON Y LOS DISCOS DE LOS NUEVOS GRUPOS SALTARON EL CHARCO HASTA INGLATERRA, DONDE LA PRENSA LAS RECONOCIÓ E INCLUSO APARECIERON GRUPOS CON SIMILARES PLANTEAMIENTOS.
UNO DE LOS ASPECTOS QUE RELACIONABA A ESTAS BANDAS DENTRO DE UN CONJUNTO ERA SU TEMÁTICA, QUE EN ALGUNAS AGRUPACIONES APARECIA ABIERTAMENTE LÉSBICA.
CABE DESTACAR QUE NO EXISTE UN MOVIMIENTO DE ROCK LÉSBICO, SIN EMBARGO EN EL FENÓMENO RIOT GIRL, UNA CANTIDAD IMPORTANTE DE BANDAS ABORDARON ESTE TEMA, QUE SIN HABER SIDO CATALOGADO COMO UNA CORRIENTE MUSICAL LÉSBICA, SE ADJUDICÓ EL APELATIVO DE ROCK NEOFEMINISTA.
EN 1995 PRÁCTICAMENTE TODO HABÍA TERMINADO. LA MAYORIA DE LOS GRUPOS PREFERÍAN DESPEGARSE DE LA ETIQUETA Y NAVEGAR EN SOLITARIO , AL MENOS LAS SOBREVIVIENTES , PERO LA BOCANADA DE AIRE FRESCO QUE INSUFLARON AL PANORAMA DEL ROCK INDEPENDIENTE Y LA CAPACIDAD DE QUE HICIERON GALA PARA MOVILIZAR A UN MONTON DE BANDAS FEMENINAS CON GANAS DE EXPRESARSE Y CON LA NECESIDAD DE SENTIRSE PROTEGIDAS Y ARROPADAS POR SUS IGUALES , PERMANECE COMO UNA DE LAS ÚLTIMAS CONVULSIONES DEL ROCK RECIENTE .UNA CONVULSIÓN PEQUEÑA SI SE QUIERE , PERO LO SUFICIENTEMENTE IMPORTANTE COMO PARA QUE BANDAS DE GRAN CALIBRE HAYAN FACTURADO EXCELENTES DISCOS DE ROCK POR ENCIMA DE CUALQUIER DEFINICIÓN AÑADIDA.
Vacío
¿No existe ningún fármaco para curar esto? Cada vez da más pereza levantarse tras los golpes.
viernes, febrero 03, 2006
Creo reconocerla alguna vez detrás de los ojos de alguna terrícola, que durante algún tiempo logra engañarme, pero al cabo descubro que no es mi Luna y entonces miro al cielo, suspiro, la miro fíjamente y le guiño un ojo. Entonces todo se vuelve sonrisa confiada y tierra firme, y ella dibuja mi contorno entre las sombras de los pinos, y yo, con los brazos extendidos, siento latir mi corazón y el viento acariciar las yemas de mis dedos y tengo la certeza de que estoy vivo.
jueves, febrero 02, 2006
quiero que oigan
que vean las luces
que hablen
que nada se interponga
que nada las esconda
sólo una aventura
sólo una jugada
hasta que se haya agotado
luego podrán volver a enfriarse y callar
¡¡ que comience una vez más a reflejarse en el espejo el enigma de la oscuridad !!
¡¡ que el ritmo inicie el tiempo de los vivos !!
un trozo, ¡¡ eso soy yo !!
¡¡¡ quiero ser ese trozo sin el cual nada sería !!!